Música y salud mental
Los efectos beneficiosos de la música sobre la salud mental se conocen desde hace miles de años. Filósofos de la Antigüedad, desde Platón hasta Confucio y los descendientes de Israel, conocían estos efectos y los utilizaban para calmar la tensión.
Las bandas militares utilizan la música para desarrollar confianza y coraje. Los eventos deportivos se acompañan de música para activar el entusiasmo. Los centros comerciales utilizan música para atraer clientes y mantener a sus empleados activos. La investigación actual apoya la sabiduría tradicional de que la música beneficia el estado de ánimo y la confianza.
La música, además de ayudar a relajarnos, puede influir en nuestra forma de pensar y sentir. Es por ello que también puede hacerlo en nuestra salud mental.
Desánimo y desmotivación
La terapia musical se emplea en pacientes deprimidos para mejorar su estado de ánimo. La música también se emplea en pacientes con depresiones provocadas por enfermedades médicas graves como el cáncer, quemaduras o esclerosis. Si puede ayudar en estas ocasiones, es bastante probable que pueda ayudarnos a nosotros a experimentar estados de ánimo más positivos.
Cuando te encuentres "regular" de ánimo, desmotivado y hayas tenido un mal día, ponte, a buen nivel de volumen (sin pasarte), una música que te guste y que tenga buen ritmo.
Algunos ejemplos podrían ser:
On Top of the World de Imagine Dragons.
El fin del mundo de La La Love You.
Shut Up and Dance With Me de Walk The Moon.
Believer de Imagine Dragons
Falta de concentración
Si tienes problemas para concentrarte en determinadas actividades de trabajo, realización de deberes, en el hogar... es recomendable escuchar música barroca o clásica instrumental. También música instrumental actual.
Enchantment de Chris Spheeris.
A Place in My Heart de Nicholas Gunn.
Te Joy of Life de Kenny G.
El rock relajado instrumental también podría valer.
Disminuir el estrés
Diversos estudios demuestran que la música puede ayudarnos a bajar el nivel de ansiedad. El doctor Lewis-Hodgson realizó un experimento en el cual varias personas, mientras estaban conectadas a sensores que medían la actividad cerebral, el ritmo cardíaco, la presión arterial y la velocidad de respiración, debían resolver una misma tarea que les provocaría estrés.
Entre los resultados del estudio se observó que determinadas músicas reducían el nivel de estrés y ansiedad en un 65% y los indicadores fisiológicos en un 35%.
Estos son algunos de los temas musicales sugeridos por el doctor Lewis-Hodgson para disminuir la ansiedad:
Watermark de Enia.
Please Don't Go de Barcelona.
Someone Like You de Adele.
Canzonetta Sull'aria de Mozart.
Hace miles de años que se sabe que ciertos tipos de música pueden ayudar a calmar el estrés. Una música tranquilizadora puede rebajar los niveles de la hormona del estrés, reducir significativamente la irritabilidad y promover la calma. Pero hay que elegirla cuidadosamente.
De hecho, la música es tan eficaz para reducir la ansiedad que, a menudo, se utiliza en clínicas dentales, en preoperatorios o en sesiones de radioterapia para ayudar a los pacientes a afrontar sus preocupaciones. La música ayuda a disminuir la ansiedad en los adultos, mayores, mamás primerizas y, también, en los niños.
En definitiva, conocer los efectos de la música sobre nuestras emociones nos será útil en momentos en los que convenga levantar el ánimo, motivarnos, concentrarnos o bajar el nivel de estrés.
La música habrá que elegirla concienzudamente en base a nuestros gustos y al efecto que pretendamos conseguir.
No obstante, si este tipo de sentimientos comienza a persistir sin alivio o recesión, lo más aconsejable es dirigirse a un profesional de la medicina.
